Tarta Baklava de queso con pistachos
Hoy te presentamos esta receta, con la que conseguirás una tarta de singular belleza y fácil preparación. Hay muchas maneras de hacer una tarta baklava pero, para la receta de hoy, hemos seleccionado un relleno sin hornear y con un toque de jengibre, que le da un sabor tan exótico como ligero. Vamos a dividir la receta en 5 sencillos pasos.
1: Almíbar de jengibre
Ingredientes:
- 200g de agua de rosas (si no tienes, puedes utilizar agua normal)
- 50g de azúcar
- 70g de miel
- Zumo de ½ limón
- Canela en rama
- Jengibre natural (1 raiz)
Va a ser la primera elaboración que hagamos ya que se tiene que enfriar. Es muy sencillo y lo único que tenemos que hacer es verter todos los ingredientes en una cazuela (el agua de rosas, con el azúcar, la miel, el zumo de limón y la canela en rama). Para la raíz de jengibre, basta con pelarla y partirla en varios trozos; introdúcela en el agua y lleva a ebullición removiendo la mezcla. Después, continúa calentando a fuego medio durante 30 minutos, hasta que la mezcla adquiera una tonalidad tostada y aroma intenso. Deja enfriar y reserva.
2: Majado de frutos secos
Es muy sencillo, y sólo vamos a utilizar 90g de pistachos y 40g de avellanas. Lo primero que tienes que hacer es pelar bien todos los pistachos, mezclarlo con las avellanas y picarlo fino. Intenta que te queden unos trozos más grandes que otros, para que visualmente quede atractivo y no pierda las tonalidades del pistacho, que dotarán de un gran atractivo a la tarta. Lo puedes hacer a mano con un mortero, pero te será mucho más fácil si te ayudas de un procesador de alimentos: nosotros te sugerimos la Picadora de alimentos de 2 velocidades de KitcheAid.
Añade al majado un par de cucharadas del almíbar para que adquiera los sabores exóticos de los frutos secos, la miel y el jengibre. Mézclalo bien y resérvalo.
3: Cáscara baklava
Esta es la parte es la más especial de la tarta, pues es la que le de esa apariencia delicada y bella. Se realiza con masa filo y un molde desmoldable para tartas. Lo que necesitas saber sobre la masa filo es que se necesita hidratar para que quede crujiente y que es importante que no permanezca en contacto con el aire cuando no estés trabajando con ella, pues se vuelve más difícil de manipular. Por ello, te recomendamos mantenerla tapada con un trapo limpio de cocina mientras no la estés utilizando. El proceso para realizar tu cáscara es el siguiente:
Calienta un poco de mantequilla en el microondas hasta que se haga líquida. Pincela ligeramente el molde con ella, para que el proceso de desmoldeo sea más sencillo. A continuación, vamos a coger la primera de nuestras láminas filo; extiéndela sobre la encimera y pincélala con la mantequilla (esto le aportará el toque crujiente que buscamos); dóblala a la mitad y vuelve a pincelar la cara exterior; dóblala una vez más, y vuelve a pincelar por fuera. Cógela con cuidado y colócala en el molde, de manera que forma una “u” cubriendo los laterales y el fondo, como se indica en la imagen.
Repetiremos esta misma secuencia con una nueva capa, que colocaremos transversal a la anterior. Lo haremos de nuevo con una nueva capa, que colocaremos en las diagonales que nos han quedado. Con estas cuatro capas, debería de quedar cubierto todo nuestro molde.
Vamos a realizar dos capas adicionales, para que nuestra cáscara tome más volumen y le de esa sensación de pétalos de flor que estamos buscando. Para estas dos últimas capas, sólo doblaremos una vez la masa filo, y las colocaremos transversales entre sí.
A continuación, cubrimos la base con una capa fina del majado de frutos secos, procurando que sea una capa fina pero uniforme.
El siguiente paso es hornear la cáscara. Puedes precalentar el horno a 170ºC y, una vez esté caliente, la cáscara estará lista en 15 minutos. Puedes colocar algo de peso para mantenerla lisa y recta en el fondo. No obstante, una vez la extraigas del horno, conviene aplanarla para suavemente para lograr que quede fina y compacta.
4: Relleno de queso
Ingredientes
- 450g de queso tipo philadephia
- 450g de leche entera
- 600g de nata
- 90g de azúcar
- Cuajada Royal (1 sobre)
- Jengibre en polvo (1 cucharada pequeña)
- Opcionalmente: extracto de vainilla
Este relleno está rico que es difícil pensar que será tan fácil de realizar. Lo único que tienes que hacer es mezclar todos los ingredientes en una cazuela, batirlos bien hasta lograr una mezcla homogénea y llevar a ebullición sin dejar de remover. Déjalo enfriar ligeramente y viértelo sobre la cáscara baklava.
Para batir bien la mezcla, te recomendamos esta batidora de varillas modelo Artisan de KicthenAid
Lo único que queda es dejarlo enfriar Enel frigorífico durante unas 12 horas, tiempo durante el cual se asentará y tomará una textura firma
5: Terminar y decorar
Una vez que el relleno haya tomado una textura firme, vertimos un poco del almíbar sobre la capa superior, dándole color y sabor a la tarta. También se pincela con el almíbar toda la parte exterior de la cáscara baklava, con lo que se logra enfatizar el sabor exótico del postre.
Para decorar, utiliza el majado de frutos, al que puedes añadir pétalos de rosas para aportar un toque de color y distinción que hará de esta receta una de las tartas más bonitas y delicadas que hayas visto.