Como acabamos de avanzar, un hervidor consiste en un recipiente más o menos grande diseñado para albergar la máxima capacidad de líquido posible, en función a su formatos. Por lo general, podemos encontrar modelos de 1L, 1,5 o 1,7L. Los más grandes destinados para familias, y los más compactos para un uso más individual o esporádico.
Normalmente el diseño de los hervidores de agua es una reproducción de una jarra de agua al uso, por comodidad y eficiencia. Pero hay muchas marcas premium que se inclinan por diseños vintage o con forma de teteras antiguas, jugando con colores llamativos, o colores pastel que combinan con cocinas modernas.
El cuerpo y el material del hervidor está ideado para que ese calor se divulgue a gran velocidad por todo el área, calentando el líquido que alberga. La pérdida de temperatura es mínima gracias al material térmico y la tapa superior, que busca el mayor hermetismo posible. Antes de elegir un modelo conviene fijarse en los siguientes aspectos: